martes, 25 de junio de 2013



La Cuarta Coalición
Prusia, ante el incremento de poder de Francia en Alemania, se unió a la Cuarta Coalición compuesta por Gran Bretaña, Rusia y Suecia en 1806. Bonaparte aplastó a las tropas prusianas en la batalla de Jena el 14 de octubre de ese mismo año y tomó Berlín. A continuación, derrotó a los rusos en la batalla de Friedland y obligó a firmar la paz a Alejandro I.
La batalla de Friedland (cuadro de Carle Vernet)
De acuerdo con las principales condiciones del Tratado de Tilsit, Rusia tuvo que entregar sus posesiones polacas y aliarse con Francia, mientras que Prusia perdió casi la mitad de su territorio, tuvo que hacer frente a cuantiosas indemnizaciones y se le impusieron severas restricciones al tamaño de su ejército permanente. Rusia y Dinamarca emprendieron una acción militar contra Suecia que obligó a su monarca, Gustavo IV Adolfo, a abdicar en favor de su tío, Carlos XIII, a condición de que éste nombrara como su heredero al general Jean Baptiste Jules Bernadotte, uno de los mariscales de Napoleón. Bernadotte fue coronado en 1818 con el nombre de Carlos XIV Jean-Baptiste Bernadotte y fue el fundador de la dinastía actual sueca.


MARITZA RODRIGUEZ PERALTA






sábado, 22 de junio de 2013

LA CONFEDERACIÓN DEL RIN

POR: ANA MIRIAM SAUCEDO MAURICIO

Dado que las tropas del general Masséna habían derrotado al ejército austriaco mandado por Carlos de Habsburgo en Italia, Napoleón aprovechó esta situación para nombrar a su hermano, José I, rey de Nápoles en 1806; asimismo, nombró a otro de sus hermanos, Luis I Bonaparte, rey de Holanda (la antigua República Bátava); el 12 de julio estableció la Confederación del Rin, constituida finalmente por todos los estados alemanes a excepción de Austria, Prusia, Brunswick y Hesse.


La formación de esta entidad política puso fin al Sacro Imperio Romano Germánico y casi toda Alemania quedó bajo el control de Bonaparte. No obstante, los éxitos en el continente quedaron contrarrestados en gran medida por la derrota que el almirante británico Horacio Nelson infligió a la fuerza conjunta de la flota francesa y española frente a las costas del cabo de Trafalgar el 21 de octubre de 1805. Napoleón implantó en 1806 el denominado Sistema Continental por el que los puertos de toda Europa quedaban cerrados al comercio británico. La superioridad naval de los británicos dificultó la aplicación del Sistema Continental e hizo fracasar la política económica europea de Bonaparte.






TERCERA COALICIÓN

POR:  ANA MIRIAM SAUCEDO MAURICIO

La Tercera Coalición
Napoleón se apresuró a tomar medidas contra la nueva alianza. Había ejercido una gran presión sobre Gran Bretaña desde 1798 al mantener a un ejército concentrado en Boulogne -a orillas del canal de la Mancha-, que hacía pensar a los británicos que se preparaba una invasión de Inglaterra. Bonaparte aumentó considerablemente el número de fuerzas destacadas en Boulogne cuando comenzaron las disensiones que hicieron estallar la guerra en 1803. Tras la formación de la Tercera Coalición contra Francia, sus tropas abandonaron Boulogne para enfrentarse a los austriacos, que habían invadido Baviera con un ejército dirigido por Fernando III, el gran duque de la Toscana, y el general Karl Mack von Leiberich. Varios estados alemanes, entre los que se contaban Baviera, Württemberg y Baden, se aliaron con Francia. Napoleón derrotó a las fuerzas de Austria en Ulm, capturó a 23.000 prisioneros y, a continuación, marchó con sus tropas a lo largo del Danubio y conquistó Viena.


Los ejércitos rusos, liderados por el general Mijaíl Kutúzov y Alejandro I, emperador de Rusia, respaldaron a los austriacos, pero Bonaparte venció a las fuerzas austro-rusas en la batalla de Austerlitz, también denominada de los Tres Emperadores. Austria se rindió nuevamente y firmó el Tratado de Presburgo el 26 de diciembre de 1805. Una de las cláusulas del acuerdo estipulaba que Austria debía entregar a Francia la zona del norte de Italia y a Baviera parte del propio territorio austriaco; asimismo, Austria reconoció a los ducados de Württemberg y Baden como reinos.

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martes, 18 de junio de 2013

LA PRIMERA Y SEGUNDA COALICIÓN

LA PRIMERA Y SEGUNDA COALICIÓN
La Primera Coalición (1792-1797) de Austria, Prusia, el Reino Unido, España y el Piamonte (Italia) contra Francia fue el primer intento para acabar con el republicanismo. La coalición fue derrotada por los franceses debido a una movilización general, levas en masa, reformas en el ejército y una guerra absoluta. En 1795, Francia se anexionó los Países Bajos austriacos (actual Bélgica) y la Renania. Sigue la conquista de las Provincias Unidas de los Países Bajos (a las que había declarado la guerra en 1793) y su transformación en la República Bátava (Tratado de La Haya, 19 de enero de 1795). Prusia firmó la Paz de Basilea y dejó la coalición. España, tras unas victorias iniciales en la invasión del Rosellón en 1793 (Guerra del Rosellón), vio como las tropas francesas invadían Cataluña,Vascongadas y Navarra. Ante esta amenaza, también firmó separadamente en 1795 la Paz de Basilea. Las campañas italianas de Napoleón en 1796 y 1797, también hicieron abandonar al Piamonte la Coalición. Piamonte fue uno de los miembros originales de la Coalición y había significado un peligro persistente para Francia en el frente italiano durante cuatro años en la época en la que Napoleón asumió el mando del ejército francés en Italia. A Bonaparte le llevó un mes vencer a Piamonte y hacer retroceder a sus aliados austriacos. Las fuerzas de los Estados Papales se rindieron a los franceses en Fuerte Urbano, forzando al Papa Pío VI a firmar un tratado de paz provisional, (Tratado de Paz de Tolentino) y las sucesivas contraofensivas austriacas en Italia fueron infructuosas, y condujeron a la entrada de Bonaparte en el Friul. La guerra terminó al forzar Bonaparte a los austriacos a aceptar sus propias condiciones en el Tratado de Campo Formio. El Reino Unido quedó entonces como la única potencia aún en guerra con Francia.
La Segunda Coalición (1798-1801) de Imperio ruso, Reino Unido, Imperio austríaco, el Imperio otomano, Reino de Portugal, Reino de Nápoles y los Estados Papales contra Francia fue al principio más efectiva que la primera. El gobierno corrupto y dividido de Francia, bajo el Directorio, se encontraba en plena agitación, y la República estaba en bancarrota (ciertamente, cuando en 1799Bonaparte tomó el poder, encontró sólo 60.000 francos en el Tesoro Nacional). La participación rusa supuso un cambio decisivo sobre la guerra de la Primera Coalición. Las fuerzas rusas en Italia estaban mandadas por el notoriamente despiadado y nunca derrotado Aleksandr Suvórov. La República Francesa no disponía de líderes como Lazare Carnot, el ministro de guerra que había llevado a Francia a las sucesivas victorias que siguieron a las masivas reformas de la primera guerra. Además, Napoleón Bonaparte estaba ocupado en una campaña en Egipto, con el objetivo de amenazar a la India Británica. Sin dos de sus más importantes generales del conflicto anterior, la República sufrió sucesivas derrotas contra unos enemigos revitalizados, financiados por la corona británica.
Napoleón Emperador, obra deIngres.
Napoleón Bonaparte volvió en 1799, dejando la campaña en Egipto a cargo de su segundo al mando, el general Kléber, quien fue posteriormente asesinado. Tomó el control del gobierno francés en1799, derribando el Directorio con la ayuda del ideólogo Emmanuel Joseph Sieyès. La ofensiva de las fuerzas austríacas en el Rin y en Italia, se convirtió en una amenaza acuciante para Francia, pero todas las tropas rusas habían sido retiradas del frente tras la muerte de la zarina Catalina II de Rusia. Napoleón reorganizó la milicia francesa y creó un ejército de reservistas para apoyar tanto los esfuerzos en el Rhin como en Italia. En todos los frentes, los avances franceses encontraron a los austriacos con la guardia baja. En ese momento, el ejército francés contaba sólo con 300.000 soldados luchando contra las fuerzas de la Coalición. En Italia, la situación era sin embargo más delicada por la presión deAustria, y Napoleón se vio forzado a movilizar al ejército de reservistas. Chocó con los austriacos en la Batalla de Marengo el14 de junio de 1800, y podría haber perdido la batalla de no ser por la decisiva intervención del general Desaix de Veygoux, que atacó la retaguardia austríaca y la venció. Desaix murió en la batalla, y Napoleón conmemoró posteriormente su bravura construyéndole monumentos y tallando su nombre en el Arco del Triunfo. En elRin, en cambio, la batalla decisiva llegó cuando un ejército francés de 180.000 hombres se enfrentó a 120.000 soldados austríacos en la Batalla de Hohenlinden el 3 de diciembre. Austria fue definitivamente vencida y abandonó el conflicto tras el Tratado de Lunéville, en febrero de 1801.
El mayor problema pendiente de Napoleón era ahora el Reino Unido, que permanecía como una influencia desestabilizadora en las potencias continentales. El Reino Unido había propiciado laSegunda Coalición a través de su financiación. Napoleón estaba convencido de que, sin una derrota británica o un tratado con el Reino Unido, no podría conseguir una verdadera paz. El ejército británico era una amenaza relativamente pequeña para Francia, pero la Armada Real Británica era una continua amenaza para la flota francesa y para las colonias en el Caribe. Además, los fondos económicos del Reino Unido eran suficientes para unir a las grandes potencias del continente contra Francia y, a pesar de las numerosas derrotas, el ejército austríaco todavía era un peligro potencial para la Francia napoleónica. En cualquier caso, Napoleón no fue capaz de invadir Gran Bretaña de una forma directa. En las famosas palabras del almirante John Jervis, primer Conde de San Vicente (en honor a la histórica victoria naval de la Batalla del Cabo de San Vicente contra la escuadra franco-española): Yo no digo, señores, que los franceses no vayan a venir; sólo digo que no vendrán por mar (palabras evidentemente irónicas tratándose Gran Bretaña de una isla), se expresaba la situación tras las derrotas de la flota francesa en la Batalla del Nilo (Aboukir, 1 de agosto de 1798) y la posterior derrota de la flota combinada franco-española en la Batalla de Trafalgar (21 de octubre de 1805), ambas con el almirante Horatio Nelson al mando de la flota británica.

MARITZA RODRIGUEZ PERALTA       18/06/!3


sábado, 15 de junio de 2013

LAS CAMPAÑAS BÉLICAS DE NAPOLEÓN EN ESPAÑA -Cronología Napoleón encomendó la segunda misión estratégica al mariscal Soult. Su misión consistía en avanzar sobre Burgos, como primer paso para la conquista de Madrid. La vanguardia francesa se encontró el 10 de noviembre al ejército de Extremadura en el bosque de Gamonal. El conde de Belveder, que era un inexperto general español, había extendido las pocas fuerzas con las que contaba -8.000 hombres- a ambos lados de la carretera, en un intento suicida de cerrar el camino de la capital burgalesa.

El teniente coronel Miguel de Santillana se encontraba allí, esperando la acometida de los franceses entre las unidades de ingenieros que había levantado la Junta de Extremadura.
La infantería veterana de Mouton asaltó en cerradas columnas el centro español, ubicado en el bosque de Gamonal. Ante esta violenta acción, los reclutas españoles huyeron. Solamente resistió un heroico y veterano batallón de guardias valonas, que formó un cuadro y vio mermados sus efectivos desde los 300 hombres iniciales hasta, solamente, 74. De forma simultánea, la caballería de Lasalle destruyó el ala derecha española, venciendo la oposición de dos regimientos de húsares.
Derrotados el centro y la derecha, el ala izquierda fue amenazada por los dragones de Milhaud. Esta desfavorable situación originó que el pánico se extendiera entre los bisoños componentes del ejército de Extremadura, que huyeron mezclados con los vencedores hacia la próxima ciudad de Burgos. Una vez allí, los imperiales saquearon duramente esa ciudad castellana.
El ejército de Belveder quedó totalmente destruido en la batalla de Gamonal: más de 2.500 muertos y heridos, 1.000 prisioneros y toda la artillería capturada por el enemigo.
Como fruto de esta victoria, el emperador Napoleón entró en Burgos y dio nuevas órdenes a sus mariscales. De esta forma, encomendó a Soult que avanzara sobre Reinosa para acabar definitivamente con Blake. El resultado fue que el ejército español de la Izquierda, y entre ellos el subteniente Pablo de la Puente, abandonaron el escaso material de guerra que poseían y se refugiaron en las montañas del valle de Cabuérniga. Desde allí, retrocedieron a León en condiciones cada vez más lamentables. 
Igualmente, el Emperador ordenó a los mariscales Lannes y Moncey que atacaran a Castaños y a su ejército del Centro, que cubrían la línea Tudela-Zaragoza. Para destruir al vencedor de Bailén de una forma aplastante, encargó a Ney que se encaminara por Burgo de Osma y Soria con la finalidad de rodearle.

 MARITZA RODRIGUEZ DE DE LA CRUZ

jueves, 13 de junio de 2013

DIA 2 : MIS PRIMEROS AÑOS DE MI VIDA MILITAR

Yo, Napoleón Bonaparte empecé mi carrera  militar como un soldado  un insignificante de la colonia de Córcega y llegué a ser Emperador de Francia, dirigí  las tácticas militares que hasta el día de hoy las  toman como ejemplo y continué muchos de los cambios de la Revolución. Fui  educado gracias a una beca otorgada por el Rey Luis XVI en Brienne y en la Escuela Militar en Paris. Me gradué  en 1785 a la edad de 16 años para unirme  la artillería como teniente segunda. Desde el principio supe  la importancia de proyectar la imagen correcta y comprendí el poder de la propaganda.
Como resultado de mis  muchas conquistas, envié  millones de francos en botines a Francia. En 1799 obtuve  el poder y establecí  un nuevo régimen de Gobierno que se denominó  el Consulado. Por lo que fui  nombrado primer Cónsul y con el consentimiento del electorado, la Constitución fue revisada en 1802 para hacer que mi  nombramiento fuera vitalicio y en 1804 para que se me  nombrara Emperador.
Reestructuré el Estado Francés, introduje  un sistema de Corte mucho más sencillo y centralicé los colegios públicos. Quizás lo más conocido de mi  gestión sea que establecí  el Código Civil el cual luego se le llamo el Código Napoleón. Derechos y libertades que se ganaron durante la Revolución, incluyendo la igualdad ante la ley y la libertad de credo se aseguraron. Los judíos fueron liberados de los guetos e incluso inspiró  a Beethoven para que me dedicara su sinfonía Heroica, creada en 1804  hasta que me convertí  en Emperador.
mi  naturaleza tímida y poco sofisticada no previnieron que me enamorara de la sensual viuda Marie-Joseph-Rose e Beauharnais, una aristócrata de la colonia francesa de Martinica con dos niños y un montón de deudas. Para la mayoría de mis  amigos, esta dama era Rose, pero para mí  ella era Josefina.
Josefina no estaba del todo atraída por mí y una vez le comento a una amiga que tuvo que sobreponerse al sentimiento de repugnancia que le producía mi  seriedad, apariencia y falta de sentido del humor. Sin embargo, progresivamente fue cambiando de parecer y en Marzo de 1796 nos casamos.
Pero a pesar del gran amor que yo  profesaba, Josefina no me  era fiel. Y alguien se atrevió a contármelo, con lo cual  quedé  destrozado. En un arrebato de furia tomé  a la esposa de uno de mis  oficiales por amante. Con el paso del tiempo  nos dimos cuenta  que no podíamos  tener un heredero, así que nos separamos, ya que yo  deseaba  tener un hijo varón. Y con esta finalidad es que luego me caso  con la Archiduquesa Marie Louise, hija de mi  viejo enemigo el Emperador de Austria Francis I, que en esa época era una jovencita de 19 años. Un año después de la boda, Marie Louise me  da un hijo varón  y lo nombro  Rey de Roma. Con todos estos acontecimientos en mi  vida de  Emperador, es que pierdo  la concentración para mis  tácticas militares y poco a poco se va notando la diferencia entre el joven aventurero y agudo y la persona que era en este momento. Yo , de pequeña estatura, pose erguida, mi mano dentro de mi  camisa y mi  sombrero distintivo, se convirtió en todo un símbolo de la época. Los cambios que introduje aún siguen vigentes en nuestros días y definitivamente contribuyeron a crear la Europa que todos conocemos hoy, en los derechos y las libertadas inspiradas por el periodo de la Ilustración francesa, en las leyes del continente, en los debates actuales sobre lo correcto y lo que no lo es en la Unión Europea, Unión que está muy cerca de ser uno de mis  mayores sueños. Yo quería  un estado Europeo, una federación de personas libres. Las diferencias entre franceses e ingleses llegaron a nuevos límites bajo mi poder, cuando alguna vez describí a mis adversarios al otro lado del canal como una nación de tenderos al mismo tiempo que establecía un bloqueo de Europa contra los productos ingleses y aunque ustedes crean que es exageración, aún esta desconfianza persiste hasta nuestros días.
Al final, el deseo de aventura y la ambición que una vez me condujeron  a recorrer un gran camino desde los inicios más humildes hasta la cima del poder fueron también los principales causantes de mi  caída. Lamentablemente  terminé por creerme  mi propia propaganda, de que realmente era invencible. En mi  trágica y devastadora batalla contra los elementos en Rusia en el año 1812 empezó el principio del fin. Me tocó morir derrotado y exiliado en la Isla de Santa Helena.
                                                                               
                                                                                
                                                                          Subido por María Elena Zapata Valdez